El pasado 11 de julio celebramos el día de la población mundial, sin embargo nos preguntamos ¿Qué podemos celebrar?, tomando en cuenta que las condiciones de vida con la que cuenta una gran mayoría de la población del mundo es precaria. El crecimiento demográfico en el mundo es cada vez más alto, y por ende las necesidades también van en aumento, convirtiéndose en una dificultad la satisfacción de las demandas.

Según el informe sobre el Estado de la Población Mundial 2007, publicado por el Fondo de Población de Naciones Unidas, las políticas encaminadas a frenar el crecimiento urbano deberían prestar más atención a los factores positivos que inciden en la disminución de la fecundidad, como ser el desarrollo social, las inversiones en salud y educación, la ampliación de la autonomía de la mujer y un mejor acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, y no concentrarse solamente en el tema de migración como principal factor del crecimiento urbano.

De acuerdo con este informe las mujeres casadas de los países en desarrollo tienen necesidades insatisfechas de servicios de planificación familiar, y empeora en el caso de las adolescentes, ya que esta necesidad es dos veces superior a la existente en la población en general. En los países en desarrollo, los altos niveles de necesidad insatisfecha de anticonceptivos eficaces contribuyen a alrededor de 70 a 80 millones de embarazos no deseados al año.

En Bolivia de acuerdo a ENDSA 2003, alrededor del 16% de las adolescentes, cuyas edades estaban entre 15 y 19 años, se encontraban embarazadas (13%) o eran madres (3%). Entre las adolescentes de 19 años, una de cada tres (34%) ya ha estado embarazada y el 29% ya son madres.

Sólo el 4.6% de las adolescentes usa métodos anticonceptivos modernos, mientras que el 91.7% no usa ningún método de anticoncepción, esto significa que la falta de acceso a servicios de salud reproductiva imposibilita a las adolescentes a contar con información veraz y científica sobre planificación familiar.

Para evitar el alto porcentaje de embarazos no deseados principalmente en mujeres adolescentes, como también en mujeres casadas cuyos problemas socioeconómicos limitan las oportunidades en el desarrollo de cada ser que traen al mundo, la promoción de los derechos de la mujer y su autonomía plena en la toma de decisiones, respecto a su salud reproductiva contribuiría a la mejora de su condición social y económica, logrando de esta manera satisfacer sus necesidades.

Via: Colectivo Decide